
Parece que nunca se van y nos cuestan vivir con ellos y el sufrimiento nos acompañan. Defectos que a veces nadie los ve y otros son evidentemente notorios.. los que nos quieren nos entienden y nos comprenden, otros juzgan matándonos lentamente.
Levante la mano el que diga que no tienen algún tormentoso demonio que nos acechan y nos hacen pecar...
Son muchos y nos cuestas decírselos a los demás, por miedo, por temor a que sepan de nuestras debilidades, por vergüenza..
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